Una noche en el museo

Hoy es la noche de los museos, lugares mágicos llenos de arte , cultura , locura, colores y un monton de cosas difíciles de definir, en la locura de cada artista se encuentra ese no se que que quieren expresar , gritar, mostrar…

Pero hoy llegue a conocer el lugar de mis sueños de mi jin y jan, escondido en un lugar de difícil acceso allí se encontraba el lugar de la excitación, el lugar desde donde se empieza a vivir una realidad que te lleva hacia el paraíso…

Alli estaba el Museo del Sexo… y allí adentro en un lugar especial un gran salón con el museo de la Paja…

Juguetes de todo tipo se encontraban en ese salón y películas , videos y revistas con mucho sexo para empezar a entender ese acto maravilloso que es un buena wasca.

Junto con mi pareja, empezamos a inspeccionar la cantidad de artículos que había . Anillos con vibradores, vaginas de siliconas que parecían reales, bocas con labios abiertos para una buena succionada, y entre los miles de objetos resaltaba ese juguete con dos vaginas opuestas para una doble penetración.

Mi compañera empezó a desvestirse y encontró un consolador negro bien grande que era una pija real de real Skin con un artefacto que empujaba hacia adentro y hacia afuera de la vagina, y allí con una película bien porno empezó a masturbarse, con ese pene gigante que ingresaba y salía de su vagina y cada vez con una velocidad mas grande.

Por mi parte empece a exitarme con esa masturbación de mi pareja y con ese video de doble penetración a chicas orientales que eran bastantes estrechas.

Agarre ese aparato con doble vagina opuesta que tenia una piel especial y era transparente por el medio y cuando mi pija estuvo suficientemente firme penetre con todas mis fuerzas un lado de la vagina, y una persona que estaba allí recorriendo el museo al ver esta situación desabrocho su pantalón y sin mas penetro el otro lado del juguete, haciendo con nuestros penes una doble penetración.

Allí estábamos los tres frenéticos pajeandonos y saboreando ese calor y ese olor a leche formándose. Mi pareja gemia cada vez mas a medida que el pene mecanico agarraba mayor velocidad.

Los dos disfrutábamos cada vez mas de los gemidos de mi pareja y los gritos de las chicas orientales los penes cada vez mas rojizos creciendo y creciendo, vislumbrándose a través del material transparente que separaba los lados opuestos de las vaginas, y en todo ese ambiente ingresaron mas personas que vinieron a ver que pasaba, el porque de tantos gritos, y toda esa gente que se animo a venir , agarro distinto juguetes de masturbación y comenzaron a desnudarse y a pajearse simultaneamente como una orgia muy grande pero esta vez eran todos con distinto aparatos los cuales introducían y después intercambiaban entre si.

El lugar se puso muy caliente casi era fuego, con paredes rojas, y espejos por doquier.

Mi pareja no pudo mas y expulso el pene mecanico pego un gemido gutural y de su vagina empezó a Salir un pis que nos baño a todos los que estabamos alrededor, nos mojo a todos y eso hizo que nuestra excitacion subiera al 100% . entramos en un ritmo frenético de movimientos rítmicos, de meter y sacar , nuestras pijas en esas vaginas de piel casi real, y las mujeres con esos penes vibradores y huevos vibradores que las hacían gritar y llorar de felicidad.

La sala no pudo contener mas ese fuego que irradiaba de todos nosotros , la sala no ocultar mas ese sonido , esos gritos , esos gemidos de placer y excitación que nos llevaba a lugares inimaginables y al cabo de vaya a saber cuanto tiempo, todo explotooooo!!!...

Gritamos todos al unisono!!!! Sacamos nuestras pijas de los distintos artículos y empezamos a cubrir todo los colores rojo del lugar en el mas viscoso y blanco semen, y placentera acabada.

Las mujeres también al unisono y ante un grito ensordecedor , sacaron esos penes enormes con vibración y esos huevitos vibradores de sus vaginas y empezaron a mojar todas al mismo momento de ese salón inmaculado, y a regar todas las vitrinas y asientos especiales de sus liquidos calientes y a impregnar de ese olor especial de cuando uno acaba.