La Mudanza
El momento había llegado, había que dejar el departamento en el que tantas veces nos habíamos pajeado, donde se originó todo, donde nos desnudábamos y éramos nosotros y nuestras pijas erectas, donde no sentíamos vergüenza de nuestros cuerpos, donde estábamos en total confianza escribiendo nuestros textos, acariciando nuestras vergas y eyaculando de placer.
Por falta de tiempo y otras cuestiones hacia
mucho que no habíamos podido juntarnos así que quedamos en darle una buena
despedida al lugar donde nacieron Pajas y Revolución.
Luego de la mudanza de haber
vaciado por completo el depto. nos juntamos a limpiarlo, se veía inmenso, y al
estar vacío todo parecía distinto y excitante a la vez, así que limpiamos perfectamente todo, dejamos todo impecable y ya era hora de iniciar
nuestro ritual.
Habíamos dejado unos sahumerios
los encendimos en agradecimiento a lo bien que la habíamos pasado, abrimos la canilla de la bañera, nos
desnudamos y nos sentamos en el piso enfrentados, en silencio, con los ojos
cerrados para meditar mientras se llenaba de agua.
El eco del agua cayendo en la bañera en el departamento vacío nos hizo relajar mucho, nos relajó a tal punto que empezamos a sentir como se nos paraba la pija, como de a poco se nos iban marcando las venas y endureciendo lentamente al mismo tiempo que experimentábamos una sensación de relax indescriptible.
Al estar enfrentados empezamos a
percibir que al otro le pasaba lo mismo, pero ninguno quería abrir los ojos
para ver si el otro estaba igual, de repente nuestras vergas estaban por
estallar liberando esa miel tan linda, y los dos tuvimos el mismo reflejo,
estirar la mano y agarrar la verga del otro, los dos al mismo tiempo, nos
empezamos a acariciar la pija como si fuese la nuestra, sabíamos bien como
pajear al otro.
Mientras nos pajeabamos suavemente comenzamos a recordar escenas que nos calentaban mucho, como el trio con una embarazada donde cuando ella le chupaba muy bien la pija a uno, una pija morocha, el otro le esparcía aceite en la pansa y se lo frotaba por las tetas que chorreaban leche mientras con otra mano se pajeaba la pija bien colorada circuncidada venosa, hasta que en un momento baja y empieza a chuparle la concha, mientras se pajea furiosamente.
Así íbamos recordando escenas
lubricábamos la verga del otro con nuestra saliva, las pajeabamos despacito
parábamos de a ratos para no acabar pero seguíamos prendidos de la pija del
otro.
En un momento nos acercamos aún
más con las piernas abiertas rodeando al otro y juntamos las pijas, estaban
hermosas bien calientes y duras a punto de estallar, con una manos íbamos
pajeando las dos juntas al mismo tiempo a medida que recordábamos los detalles
de porno que nos habían encendido mucho, era una despedida de departamento muy
caliente y pajera, como el depto. se merecía.
La bañera estaba a punto de rebalsar, asi que hicimos una pausa en la hermosa paja que nos estábamos clavando y fuimos con la verga dura hacia el baño para nuestro último baño en aquel lugar donde tantas pajas nos habíamos hecho y tanta leche habíamos eyaculado.
Continuará...........
Comentarios
Publicar un comentario